Los mejores consejos para dormir bien

Empieza el nuevo año y con él los propósitos comienzan a acumularse en las listas de nuestros móviles y sobre los calendarios recién estrenados. 

Tras los primeros días, muchos de los retos que parecían tan sencillos durante el cierre de año se convierten en una pila de imposibles y, sin embargo, otros que deberían estar liderando la lista se nos han pasado un año más.

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Priorizar el descanso para tener un buen año

Dormir las horas suficientes es muy importante, pero descansar es fundamental. Según la Sociedad Española de Neurología, entre un 20 y un 48 % de la población adulta sufre en algún momento dificultad para iniciar o mantener el sueño. Si perteneces a este tanto por ciento de la sociedad, te ofrecemos los mejores consejos para dormir más rápido y mejor.

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La comodidad es la clave

Ya lo dicen los expertos, para poder dormir, lo principal es sentirse cómodo. Como explican desde el Instituto Europeo del Sueño, un buen pijama es el primer paso para conseguir descansar bien: “Usar ropa de dormir ayuda a que su cuerpo se relaje y entre en modo de suspensión. Es la misma sensación que cuando estás vestido por la mañana, listo para hacer tu trabajo”, señalan.

Contar con un pijama cómodo es esencial para entrar en la cama con el estado anímico adecuado, siempre adaptado al gusto de la persona. Es importante dar con la ropa adecuada para dormir, cambiando a pijamas calentitos en la temporada de frío y pijamas y camisones cortos en verano. 

No hemos de dejar de lado tampoco la importancia de un buen diseño y tallaje para descansar. Muchas personas utilizan ropa vieja para acostarse, una mala forma de comenzar su noche, ya que no son prendas especialmente pensadas para dormir. 

Sin duda, no saldríamos a practicar cualquier tipo de deporte con un pijama, ya que no sería cómodo ni se adaptaría a las necesidades de la actividad. De la misma forma, no es recomendable dormir con ropa vieja, ya que no va a facilitar la conciliación del sueño e, incluso, un tejido o un tallaje incorrectos pueden hacernos pasar una mala noche.  

Ya quieras un pijama fino o un pijama gordito, lo fundamental es que los materiales con los que se fabrican sean de calidad y consigan cumplir su función de favorecer el sueño, ya que no hay nada peor que entrar destemplado a la cama. ·

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¿Cómo crear una rutina de sueño?

Establece un horario fijo para descansar. Acostumbrar al cuerpo a cualquier rutina es una cuestión de tiempo. Una vez hayan pasado los días, será el propio cuerpo el que nos pida acudir a la cama cuando se vaya acercando la hora que hemos establecido. 

Apaga las pantallas media hora antes de acostarte para dejar de sobreexcitar a tu organismo, sí también la del móvil. Está demostrado que la exposición a las pantallas antes de dormir puede provocar dificultades para conciliar el sueño, ya que la iluminación altera la melatonina, que es la hormona que induce la fase REM del sueño en la que el cerebro se reorganiza y descansa.

Además, otros hábitos saludables son bajar la intensidad de la luz y hacer algo tranquilo para cerrar la jornada, como leer o practicar algunos ejercicios de meditación o tomar una infusión.

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Consigue un ambiente agradable

Tener un espacio específico para el descanso es la mejor forma de que tu cuerpo no asocie tu habitación o la cama a otras actividades como el trabajo o el ocio. Uno de los hábitos más nocivos en este aspecto es ver las series o películas desde la cama, contestar emails de trabajo en el móvil unos minutos antes de dormir o quedarse demasiado tiempo entre las sábanas por las mañanas. 

Dentro de este espacio, durante la noche es esencial que coloques el reloj de tal forma que no puedas verlo desde la cama y limites el acceso a los aparatos electrónicos, que pueden ser un recordatorio en medio de la noche de ese whatsapp que había que mandar o de la llamada que no contestaste. 

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¿Qué hacer si no puedo dormir?

Si estás más de 15 minutos despierto dando vueltas en la cama, no sirve de nada seguir intentándolo, ya que esto provoca una sensación de estrés que rápidamente asociamos a la cama y nos dificultará coger el sueño en el futuro.

Por eso, los expertos recomiendan que la persona evite seguir obsesionándose con el descanso y pruebe a salir de la cama y hacer algo que sea relajante, como leer o alguna tarea sencilla y repetitiva hasta que vuelva a notar el cansancio.